16 febrero, 2010

UPFM

Supongo que el Loco es un tipo bastante cuestionable por bastantes motivos, pero no cabe duda de que tiene bastantes temas bastante buenos, y, personalmente, le tengo ley.

Uno es 'María'.

Hélo, en una versión primitiva, cavernícola: buena.

http://www.youtube.com/watch?v=fdsPifm59Ks


Y aquí su letra.


María puso la radio en el desván,
pues dice que se aburre a su edad.
Sus padres la quieren encerrar
en algun manicomio en su ciudad.
María encuentra algo a faltar.
María está rondando lo fatal.
María necesita hoy nacer otra vez
porque este dia cumple dieciséis.
María se ha parado a escuchar
porque algo extraño suena en aquel bar
le ha dado una patada al corazón
un loco locutor de Rock´n´roll.
Y hoy María ha bajado la radio del desván
y busca como loca, hacer girar el dial
y ha vendido su alma,
ha aprendido a bailar.
Hoy María ya sabe como volar.


Hija mía, mi amor: felices dieciséis. Si hay algo en el cielo, como creo, espero que haga que encuentres algo que te dé una patada al corazón.

13 febrero, 2010

Gente indigna

Para que nadie se enfade: esta entrada es deliberadamente virulenta y muy poco políticamente correcta. Es lo que hay: voy a hablar de gente que, encaramada -por motivos espúreos- a altares que ni intelectual ni artísticamente merecen, osan hablar, revestidos de púrpuras incomprensibles, de aquello que ni entienden ni entenderán jamás, ellos, acostumbrados a brumas más bien cochambrosas. La cosa va de Garzón.

Cada vez que compro o leo El País (acto casi diario), los más carpetovetónicos de mis amigos me miran mal, como con dudas. Hay algo turbio e inconveniente en ello, y así se lo hago saber: hay que conocer la opinión de quien en principio no piensa como tú, pues lo mismo te sacan de algún error, les digo, y lo hago con convicción aunque para mis adentros sé que dicho medio ha radicalizado su postura cada vez que han pintado bastos en el reparto de prebendas; que pertenece a uno de los grupos empresariales más opacos de España; que, en fin, Cebrián está en la Academia por motivos incomprensibles, motivos análogos a los que hacen que Teddy Bautista sea Presidente de la S.G.A.E., un poner, o que alguien preste la más mínima atención a un payaso como Ramoncín.

En la actual tesitura, con el actual Gobierno (el peor de la Historia de España, recuerden, con la excepción de la gobernación debida a Fernando VII) recibiendo hostias a todas las caras con total merecimiento, se ve al citado medio culeando para mantener el chollo (q. e. d.) lo cual le lleva entre otras cosas a dar alas a dos tipos indignos: José Saramago y Julián Casanova.

Saramago se hizo con un Nobel como tantos, éste no es más casual que otros; pienso, por ejemplo, en Benavente: puestos a elegir escritores españoles creo que disponían de elenco suficiente y de mayor enjundia. Es a mis ojos autor de muy escaso interés, pero ése es mi problema. Que Esperancita (¿es cierta la historia?) se liase pensando en la Señora Mago, Doña Sara, notable pintora en alguna entrevista le hizo grato a los oidos de parte de los antiesperancitistas (soy uno de ellos, pero no de esa parte). Saramago es lo que es, en fin, y basta para tener cierto criterio leerle periódicamente en sus artículos en prensa, y, si uno está fuertecito, en lo del Ensayo sobre la ceguera (en fin...). Lo que pasa es que es declaradamente comunista. Un comunista es un tipo que admite que el fin (una teórica 'Justicia universal') justifica los medios (la articulación de una dictadura del proletariado, el exterminio de la burguesía, la utilización de la mentira, la tortura y la violación de los derechos humanos, la falta de respeto por la palabra dada, etc., etc.). No me consta que ningún comunista pase vergüenza por llevar la hoz y el martillo cuando le peta, cuando dicho símbolo es infinitamente más ofensivo para la dignidad humana que la cruz gamada si nos limitamos a contabilizar el número de asesinados a su amparo. La brutalidad nazi viene a ser en términos numéricos una centésima parte de su homóloga comunista. Cada vez que alguien ondea el trapo rojo con la mierda ésa en el ángulo superior izquierdo me da ganas de vomitar.

En cuanto a Casanova, qué decir. Turolense historiador discípulo del brillantísimo (ése sí) Dr. Carreras en la Universidad de Zaragoza (notorio comunista, también), héte aquí que en 2008 fue elegido, a propuesta de las partes (los familiares de desaparecidos y las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica denunciantes), miembro del grupo de expertos encargado de búsqueda de fosas comunes y la identificación de las víctimas en el sumario contra los crímenes del franquismo promovido por el juez... guess who? Garzón. Baltasar Garzón. Como es bien sabido de mis lectores, me interesa la Historia, y sobre todo la del Siglo XX y ciertamente la de mi Patria. Naturalmente he leido algo del sujeto aparte de sus numerosos y bien retribuidos artículos en El País: en concreto, un peculiar manual de contabilidad de muertos, La memoria oculta, cuya idea es localizar fosas comunes y dar razón de las brutalidades de la guerra civil (sólo, naturalmente, las del lado rebelde, faccioso, fascista). Naturalmente, el trabajo de campo no lo hizo él, lo hicieron estudiantes suyos (alguno de los cuales, por cierto, no está citado como coautor: aquellos que eran 'políticamente inadecuados' y por ello cuestionadores del fondo de tamaño volumen). Además de todo lo dicho, el referenciado se cree guapo, listo y brillante. Conste. Ah, y publica a chorro, creo que ya se ha dicho, en El País.

Saramago osa, hoy, en El País (página 17), perpetrar un articulillo: Ni leyes ni justicia. Colección de lugares comunes acerca de las (hipotéticas) virtudes de Don Baltasar, llega a la colosal impertinencia de decir lo siguiente: El juez Baltasar Garzón que, víctima del despecho de algunos de sus pares, demasiado complacientes con el fascismo que perdura tras el nombre de la Falange Española y de sus acólitos, vive bajo la amenaza de una inhabilitación (...) Faltando Baltasar Garzón, suponiendo que se llegue a ese punto, será la conciencia de la parte más sana de la sociedad española la que exija la revocación de la Ley de Amnistía y que prosigan las investigaciones que permitirán poner la verdad en el lugar donde estaba faltando.

Aparte del nefasto castellano del de Azinhaga (Portugal), el patético Saramago olvida que España es un Estado de Derecho; que Garzón es (por propia elección: deliberadamente ha evitado elevarse al nivel de resolución de la jurisdicción penal, pues, manteniéndose en el de instrucción, puede seguir jugando a los súper-héroes. Huelebraguetas, les llamarían en alguna novela negra de tercera) juez INSTRUCTOR, y por cierto técnicamente nefasto: examine V., Sr. Saramago, los innumerables revolcones que se ha llevado por hacer las cosas MAL, MUY MAL, CHAPUCERAMENTE MAL como consecuencia de la mayor importancia que le daba a salir en la foto con el abrigo camel sobre los hombros con cara de estreñimiento parcial. Esa tendencia a la chapuza ha tenido un importante coste en términos de condenas de delincuentes y económico. Un juez, Don José, es algo mucho más serio. El Derecho es algo mucho más serio que el pataleo idiota de bocazas de ultraizquierda, pues es la garantía de una vida digna y en orden. Y Garzón, sépalo V., es un instructor NEFASTO. Aunque a V. le guste mucho que juegue a los buscaminas con tumbas. Ah, por cierto: la parte más sana de la sociedad española, la mía (no la suya: sospecho que a V. lo que le gustaría es hacer una saca en mi casa y que me pegasen un tiro en la nuca) no tiene ningún interés en poner a disposición de los comunistas historia antigua ni, sobre todo, a pagar subvenciones para más pesebreros de ultraizquierda. En fin, que Garzón no podía iniciar las actuaciones en cuestión al amparo de la Ley. La Ley, señores, no la pretensión de algunos sin respaldo legal.

Casanova, más descarado (recuérdese su nombramiento en la Comisión Garzón), intitula lo suyo Jubilar a Garzón por investigar crímenes (página 31 de El País de 2010-02-13). Ah, los encantos de la defensa del pesebrecillo comisionario. No, Julián. Baltasar se ha jugado su mega-chollo de juez estrella por incompetente, por pretender hacer lo que no está habilitado para hacer al amparo de la Ley vigente. No es la última proyección oscura que el franquismo nos lanza más de treinta años después de su muerte oficial, como señalas. No es déficit de educación democrática, como igualmente pretendes. Mira, verás: lo único cierto y verdad es que si el franquismo hubiese sido una dictadura tan, tan terrible, tú no hubiéses medrado contundentemente en la Universidad franquista: estarías muerto de un tiro en la nuca o trabajando en una oficinilla de auxiliar administrativo. Eres comunista de siempre, y lo fuiste en la Universidad, y no parece que os diesen muchas palízas ni nada, ¿no?. Pues ahora reléete, glorioso Tovarich: según tú, debe aprenderse de la Segunda República, un régimen ... que en cualquiera de los casos ... merece un puesto de honor en la historia de la política del siglo XX español ... Nada hizo la transición a la democracia por recuperar su lado más positivo, el de sus leyes, reformas, sueños y esperanzas, metiendo en un mismo saco a la República, la guerra y la dictadura, un pasado trágico que convenía olvidar. Y nuevamente no, Julián. El gobierno del Frente Popular fue una dictadura de ultraizquierda que partía de la base de la necesidad de exterminar a la burguesía. Y ya. Con la inmensa necedad de no saber dónde se metían (una guerra abocada a una derrota irremediable), y con la dúplice torpeza de enebrarse con la Rusia estalinista (ese paraíso excelso a vuestros ojos, claro). No se me ocurre justificar a Paca la Culona (tipo indigno donde los haya, gobernante nauseabundo y brutal, hijoputa sin apenas parangón) pero aborrezco los intentos de los que como tú pretenden enseñar a la gente joven que apenas ha leído nada una historia FALSA, sesgada, parcial. La solución democrática de la tabula rasa de 1978 me parece una alternativa posibilista. Tu propuesta no es, en absoluto, mejor. No sé qué finalidad, salvo el revanchismo bien retribuido, tiene recomenzar el análisis de TODO (espero que alcance no sólo a las animaladas fascistas, si no también la brutalidad sindical, las glorias de Negrín, Largo Caballero y tanto dignísimo mandatario de la República, esa cornucopia de mieles). No sé cómo tienes la desfachatez de pretender que todo se resume en un déficit de educación democrática y, como consecuencia de él, en la persistencia en el falseamiento de la historia, en no haber sabido poner en marcha políticas públicas de memoria para aprender de ese pasado. Salvo, claro, que los que enganchéis ese chollo con cargo a Presupuestos Generales del Estado (y de las CC.AA.) para implementar semejantes políticas públicas seáis no sólo comunistas si no también gente que pueda hablar de vuestras checas, de vuestras sacas, de vuestras quemas de conventos, de vuestras contubernios con la URSS, etc., etc.

Iros a hacer gárgaras, pero sobre todo no olvidéis que a vuestro amiguete, de nombre manifiestamente monárquico -siquiera en versión mágica- le ha perdido, a más de su incompetencia, su soberbia, su ilimitada soberbia, aderezada con una falsa creencia de intangibilidad. Cuando uno hace judicaturas (me refiero a la oposición) debe saber que lo hace para, caso de aprobar, ejercer un puesto importantísimo, grave y discreto, muy discreto, y no para salir en la tele o en las cardiorrevistas cada día. Si le gusta eso, Garzón debería haber, no sé, tratado de amancebarse con la Obregón o postularse para Gran Hermano u Operación Triunfo, aunque no sé yo si da el perfil (lo digo por su ostensible obesidad, claro). No tratar de ser Juez. Va a tener lo que merece en Derecho. Si no, algo falla.