12 diciembre, 2009

Diciembre









En si mismo, Diciembre no es un mal mes, al menos durante la primera quincena. Siempre hay un puente sensacional al principio (que he pasado con mi hija pequeña, esguinceada ella), en él suele empezar la temporada de esquí (que este año, si no cambia mucho, será de esquí náutico: poca nieve remojada por abundantes lluvias y temperaturas medias sobre cero), y, si las semanas 'caen' bien, permite organizar el trabajo sin llegar al 31 con la lengua fuera (El Ministerio de Magia ha dictado hace tres días una Resolución que me obligará a romperme los cuernos hasta fin de año, sabiendo desde ya que será imposible llevar el asunto a buen puerto, con consecuencias innúmeras, todas desagradables).

Como es bien sabido en buena parte de la blogosfera, MBO ha pasado cinco semanas sabáticas en NYC, y regresó hace apenas dos. Escribió un diario de viaje sensacional que creo que ojea cada tanto para comprobar que no fue un sueño. Yo sueño a su través: es bastante improbable que pueda disfrutar de algo tan sensacional en mi vida. 'Las cosas son como son', que digo yo en cierto tema (El Espejo: váyanse a nuestro MySpace si quieren escucharla).



Entre tanto, anduve tales treinta y tantos días administrando las dos bombas hormonales (UPFM y UPFm) y el elemento complementario 'mayor de edad' (UPMM) sin demasiado desdoro para la dignidad de Domus Hansis. Será difícil, qué coño, muy difícil no soñar con las tres sílabas de la palabra dieciséis. Salí algún que otro día con viejos amigos, ví algún concierto de interés y conseguí -conseguimos Míchel y yo, por ser exactos- sustituir a Javier y a Christian, batería y bajista de Los Modos, defectivos en razón de otros proyectos. Sustituidos que fueron, respectivamente, por Jose (sic: no falta la tilde) y Manu, éste último nos dejó colgando hace una semana, y vamos locos buscando nuevo bajista. Considerando que la nueva trayectoria de Los Modos arranca hace apenas quince meses, es lo cierto que TRES bajistas son demasiados. Creo que al próximo que entre le hago firmar un compromiso so pena de emasculación, o algo así.

Estamos a punto de embarcarnos en la segunda quincena de Diciembre, momento del año especialmente odioso para los navitófobos, el Presidente de cuya Asociación Mundial soy yo. Odioso en general por exceso de calorías ingeridas, por exceso de alegría de plexiglás, por saturación de almuerzos-y-cenas de hermandad que quizás en cualquiera de los otros meses me apetecería. Voy buscando un sitio 'donde un disco suene fuerte y no pueda ni hablar' (no es mío, es del llorado Antonio Vega). Odioso en particular, porque soy un tipo bastante correoso, pero estoy, exactamente, al borde del colapso. Aquí queda, en confianza. Ni más ni menos. En tal status, sumergirme en la Navidad es, estrictamente, lo peor.

Como soy un hombre y soy simple, en una primera aproximación debería resolver las cosas de modo simple, así que he valorado alguna alternativa.


Esa es la primera de ellas: simple, excusable, de fácil gestión (ya la he estado probando, de suyo, y me convence por todos los conceptos).



Sin embargo, cuando lo pienso en serio, basta con mirar a la rubia y a lo que aparece en mi ventana (que es la foto de ahí arriba del todo) y así me sale pensar que en realidad no tengo derecho alguno a protestar. Suena baboso, lo sé. Pero, qué quieren, es lo que hay. Hoy, en particular, día quince de diciembre (diga lo que diga el boggerapero), más a más.


Por lo demás, y aunque no me encuentro a mi mismo, creo que hablé ya por aquí de La Elegancia del Erizo, de Muriel BARBERY. Hoy hemos ido a ver El Erizo, película basada en la novela, que creo que puedo recomendar sin dar mucha más indicación (dado el riesgo de spoiler). Diré que los dibujos, aportación extraña a la novela, justifican por si solos la recomendación de este drama, hermoso, estético y consecuente.



Y por ser congruente debería hablarles de libros. ¿Saben Vdes. que en mi biblioteca, ordenada alfabéticamente con trabajo de chinos, hay dos estantes dedicados exclusivamente a dejar los libros que, aún no ubicados en su lugar correspondiente, esperan ser comentados en Vladivostok?. Muchos libros. La tristeza -apenas: diré, más bien, algo así como la nostalgia o aún mejor esa lasitud dejada que, de seguro, conocen Vdes.- hace imposible la tarea de hablar de como cincuenta libros. así que al tirón cojo dos. Curiosamente, se entremezclan por el contexto ideológico que los fundamenta: El lector, de Bernhard SCHLINK y Lo seco y lo húmedo, de Jonathan LITTELL. A éste último le conocen Vdes. bien, sin duda. Al primero, probablemente, no. Eso es irrelevante. En esta nueva era de absoluta estulticia no es realmente importante. Pero he de reconocer que hablar de esto, que es serio, me exigiría en este momento estar en situación adecuada. No tengo ánimos (aunque lo haré, de veras: hay muchas cosas de las que hablar ahí). Como contrapartida estaba a punto de dar noticia a Vdes. de escritores escandinavos, y, señaladamente -los demás son escritores de novela negra/policiaca, y entre nosotros los adictos es un tema invariablemente reciclable- acerca de Cocka Hola Company, una perpetración a cargo de Matias FALDBAKKEN, un material perfectamente homologable con las piezas de Irvine WELSH pero sin tanta trastienda omnicomprensiva y 'admisible'. Coño, quiero decir que éste último administra sexo, drogas y rock'n roll de un modo más burguesamente tragable. O no, qué hostias. Tal vez sea que que es interiorizable que un anglosajón ('brit', irlandés) sea conceptualmente un guarro, pero que lo sea un escandinavo (y, aún más, una escandinava) no. Ni de coña. Y de ahí arranca el tinglao. Un puro desafuero, con una carga de profundidad sociológico (puagh) - sicológico (uarghs) - intelectual (pukin') de mucho voltaje. Y merecible, I swear.

Descansen. Lean. Confíen en que Hans está, todavía, ahí. Abrazos.

26 octubre, 2009

Esteeeeeee...



Ok. Esta vez casi pasa de castaño oscuro pero antes de que venza el plazo máximo que me concedo para publicar algo con 'completitud' os dejo esa tira del genial Entrialgo ahí. Aunque no sea yo de mucha red social, el escasísimo tiempo que puedo dedicar al cybersolaz en los últimos tiempos se vuelca, más bien, en tareas de perfil bajo (algún comment en algún blog, alguna chorrada en féisbuc, a pesar de mi escasa querencia por éste último).

Ah, bueno: importante es dejar aquí noticia de que MBO se ha ido de periodo sabático (cinco semanas, señores, a partir de hace nueve días) a NYC, y me encuentro al frente de la Nave 'Domus Hansis', con éxito hasta el momento (crucemos los dedos). Ello comporta ciertas dificultades espacio-temporales innegables, pero creo que podré sacar adelante alguna entrada digna en plazo no muy largo. Al menos podré hablar de como treinta libros o así, de los cuales no menos de un 80% son de lo más recomendable. Y de algún flin, también. De momento, no puedo dejar de señalar que me fuí a ver Katyn, película basada en hechos perfectamente conocidos para mí, pero quizá no para otros, que merece la pena ver, sabiendo eso sí de su dramatismo y de su condición polaca, que es cosa que siempre grava mucho la manera de ver el cine en particular y la cosmovisión en general, máxime cuando la BSO es Penderecki. Todo el rato. Sin descanso ni desmayo alguno. Y eso duele, I swear.

Sean Vdes. buenos y no rompan nada. Seguiremos informando.

01 septiembre, 2009

Ah, l'été...


Verano, ese periodo del año en que se disfrutan las vacaciones. Oh, cuán gozosos momentos...

... en su caso (joder).

Digamos que una vez más la actualización de este su bló se ha demorado eones. No me tomo la molestia de justificarme: soy un puto desastre, lo sé. Eso sí, así como otros años he aprovechado la tradicional molicie estival y los tiempos vacacionales para publicar algo, este año no ha podido ser.


Programaba para mis adentros una entrada (con potencialidad -a corto y medio- de expansión en varias subentradas posteriores) ordenada a aclarar a mi ya casi inexistente audiencia mi transtienda espiritual-musical: esto es, hablar de mis músicas, de aquellas bandas que son referencia obligada si se habla de Hans como músico. Había reflexionado acerca de cómo agruparlas, en qué orden se hablaría de unas y otras cosas, cómo evitaría replicar al insigne HORNBY. En fin, que lo tenía claro: como quiera que, además, el yutube ése facilita la ejemplificación, iba a ser incluso didáctico para todos Vdes.



Acariciaba pues -se ve- un blogoproyecto ambicioso en estos tiempos de desidia bloguera generalizada, que, en concreto, se ejecutaría en las tardes francesas de agosto. Hasta ese momento, moderadas tomas de sol en playa y piscina onubense (Islantilla, por más señas), bien de gambas y fino, alguna película (ciertamente Enemigos Públicos, que ví mucho más tarde y mucho más al norte de lo planeado, como explicaré infra).

Pero no. No pudo ser, como verán Vdes. seguidamente.

Hay que decir, también, que este 2009 (al menos sus primeros siete meses, hasta el mismo día 2009-07-31) ha sido año de mucha sobrecarga para Hans. Muchísima. Es norma de la casa no dar la brasa con mis labores en tanto Kapellmeister de una de las Asociaciones Provinciales de Asentadores de Plantas de Jardín, pero lo cierto es que la absorción por aquélla de otra de las existentes -eso, entre otros muchos motivos, entre los que se incluyen ciertos efectos de la crisis esa que el mentiroso subnormal quiere solventar subiendo los impuestos- ha dado bastante mal y ello es elemento necesario para comprender el status prevacacional de Hans.

En síntesis: que estaba muy, pero que muy cansado y necesitaba vacaciones como agua de mayo. O de agosto, por ser más exactos: empezaba el mismísimo día 31.

Así, a priori, mis vacaciones partían de una base ambiciosa, muy europea, muy poco yanky: tres semanas como tres soles; la primera, en el hermoso Sur de la Patria; la segunda y la tercera, en Aix-en-Provence, bellísima localidad de la Provenza francesa (como su propio nombre indica) en que, siguiendo el modelo oxoniano de Chez Hans, seguiríamos cursos de francés, cada uno de los cinco a su nivel. Cualquier Kapelmeister equivalente a mí pero ejerciente en, pongamos Boston (Mass.) se tiraría de los pelos de envidia con veintiún días de holganza.


Pero claro, debemos considerar que toda la primera semana la pasé en casa de mi suegra, que el propio día 1º de agosto procedió a causarse un esguince doble; a pesar de su insistencia de ella, la pobre, que nos empujaba montada en sus muletas para que nos fuésemos, hubimos de quedarnos a dar apoyo moral y físico, eso sí, a 44 grados a la sombra y sin playa en un radio de 120 km. alrededor. En honor a la verdad, las sesiones de lectura fueron largas y provechosas, así que en ese sentido no se estuvo mal: varios Camilleri, varios Mendozas, varios Connolly, y algunas cosillas más que tal vez comente en otro momento. Esa fue, pues, mi primera semana de vacaciones. O mejor, de nocaciones.

En fin, en que hubo llegado el findesemana nos regresamos a Zaragotham para el preceptivo cambio de maletas y re-salida dirección Aix, donde llegamos después de comernos una cantidad importante del pastel de bouchon que los sábados preparan para la concurrencia en la Languedocciene. Para apenas setecientos kilómetros, algo así como diez horas de coche.

Hay dos escuelas para explicar los vértigos estratosféricos que sufrí a partir del mismo día que llegué a la Galia: la tesis del stress (causa de mi 'sindrome vertiginoso' a decir a la primera médico francesa que me atendió) y la tesis de la sobreconducción (causa del diagnóstico, más preciso según parece, de mi otorrinolaringólogo español, 'vértigo posicional paroxístico benigno'). Cualquiera de los dos títulos de enfermedad son de lo más sugestivos: lo de 'vertiginoso', a mí, me pone un puñao, la verdad. Tal sugestividad no oculta la severa putada que comporta tener vértigos en vacaciones. Copón.

La suerte es que el alojamiento en Aix había sido buscado con cuidado, y se trataba de una bonita edificación en dos alturas, con toques loft, con buen gusto, amplia y cómoda (lo siento, sé que hay fotos por casa pero no tengo manera de acceder a ellas). No sé cómo lo hubiese pasado si me hubiese tenido que pegar una semana entera sin salir de casa en un chamizo infame, pues esa fue mi segunda semana de nocaciones. Casi toda ella en la cama, btw. En honor a la verdad, pude -en medio de vértigos espeluznantes- dormir bien, así que en ese sentido no estuvo mal (¿de qué me suena esta frase?).

En fin, cuando llegó la tercera semana, los vértigos habían remitido -parcialmente- de manera que, al menos, podía asistir a mi curso y reforzar mi autoestima francoparlante sin excesivo sufrimiento, hasta el mediodía. Luego ya, en general, me moría (aunque un día pudimos hacer una excursioncita de 25 kilómetros o así), pero bueno, no me quejaré. Admitiré que he tenido una tercera semana de ¿vacaciones?.

Llegamos el domingo a Zaragotham, después de paso fulgurante por Cadaqués para degustar la preceptiva paella del Ix (la mejor del Mediterráneo, digan lo que digan los valencianos). El lunes trabajaba. Fue enfundarme un traje y anudarme una corbata, et voilà, s'ayez, c'est finis. Como Hans es I-DIO-TA (ya lo decían Los Ronaldos), llegado que fue el martes ya estaba ferpectamente. Como una rosa. Cagandome en todo, pero como una rosa.


Ah, bueno, y ví, ya en Zaragotham, la película ésa que decía por ahí arriba. Qué cuidada ambientación, qué atrezzo exquisito, qué decorados impecables, qué banda sonora -original, audaz, brillante-, qué rigor técnico... y qué mierda la norma americana que fuerza que las películas duren casi dos horas y media para contar historias que se resolverían en 80 ó 90 minutos con toda dignidad, y sólo por motivos de taquillajes. Esa es la losa de la película. Por lo demás es buena.

Así que eso: he tenido unas vacaciones propias de Kapelmeister de Asociación Provincial de Asentadores de Plantas de Jardín con ejercicio en, pongamos, Boston (Massachussets). Pero sin tanto $, claro.

Espero que las suyas de Vdes. hayan sido más dignas. Las vacaciones, digo. Besos & abrazos a todos.

03 julio, 2009

Lo que faltaba: Coppola como Almodóvar

La publicación de esta entrada se ha demorado excesivamente: primero esperé la publicación de Millenium III, pues ando pergeñando una reflexión sobre la literatura negra escandinava, y publicar eso haciendo caso omiso de la edición de La Novela Más Esperada (mayúsculas no casuales) era absolutamente impropio y poco riguroso; publicóse, adquiríla (el propio 18 de junio. El primero de Zaragotham, no lo duden), leíla a todo gas.




Luego cierto crítico escachó la novela ventilándola en un artículo del Oregon's Herald tan petulante como inexacto. Lo primero es disculpable: al fin, el referido crítico tiene virtudes notables y conocimiento literario [aunque a veces, me temo, le guíen motivos espúreos: en la presentación de cierto libro: 'Vengo sólo a ver al presentador; la novela no me interesa'. Y es cierto, el presentador en cuestión es admirado autor y brillante comentarista de quien ya se ha hablado aquí. Sólo que el autor -cuya PRIMERA novela ha sido directamente publicada por Tusquets: supongo que ya comprendenden la causa del mosqueo del aquí criticado crítico, también escritor- de la novela es un buen amigo de quien hablaré en otro momento].

Lo segundo, en fín, lo de la inexactitud, no. En rigor, lo menos disculpable es empeñarse en hacer crítica literaria de un género que no gusta -y probablemente no se conoce o bien no se ha aprehendido debidamente-, sobre todo cuando se es vehemente. Es como si a mí me ponen a hacer crítica de discos de jotas o así. Es conveniente un tanto de contención, y sobre todo no dedicarse a aquéllo de lo que uno no sabe.

Eso me machacó el comentario, me desactivó la pulsión (vista una crítica mal realizada uno tiende a relativizar su legitimidad crítica, creo), de modo que pospongo el coñazo analítico policiaco nórdico, y sintetizaré: Millenium III, a.k.a. La Reina en el Palacio de las corrientes de aire (título merluzo donde los haya, btw) de Stieg LARSSON es una excelente novela; ciertamente maniquea y tal vez de demasiado final feliz, y demasiado sesgada conforme a los gustos ideológicos del autor: vamos, que en España nadie sería tan consciente de la trascendencia de su escritura en la defensa de las esencias de la Democracia (en este caso escaniana) y mediría tanto sus palabras. De tan 'cuidadoso' a veces resulta ridículo. Lo que pasa es que tiene un flanquillo thriller político que, por desconocido (intestinos de la cosa pública escandinava) me ha interesado. Y está diestramente escrita, y mantiene la tensión. Es a veces, como las anteriores, un tanto morosa, pero es perfecta novela de verano. Ah, por cierto: 864 paginicas de vellón.

Volviendo a la justificación de la mora entradil, señalo que esperé a disponer de fotos del IV concierto de la gira 'El reton-no de Los Modos'. Pero de momento sigue siendo que no. El concierto, que se celebró en EL PRIOR CAVERN el pasado 27 de Junio de 2009 no estuvo mal: incorporamos cuatro temas propios nuevos (dos mios, dos de Míchel) y una imprescindibile versión -dadas las circunstancias- de La Chica de Ayer bastante lucida. El problema fue el sonido de ese lugar que es siempre malo y esta vez fue peor. Da lo mismo: en septiembre volveremos al apetecible ARENA, y ahí será mejor.

Y, bueno, ayer noche ví la película que causa esta publicación. Mira que vamos poco al cine, lamentablemente. Sin embargo ayer gocé de una tarde vagucia (increible: hacía muchos meses que no 'libraba' por la tarde) y rematamos la jugada yéndonos a los Renoir. Y fuimos a sufrir TETRO. Simplificaré de nuevo: vaya puto pestiño. Vaya basura. Qué tristeza que el Gran COPPOLA, a quien debemos obrones como El Padrino, Apocalypse Now o Cotton Club (y tantas otras 'obras menores', y productor, además de American Graffiti) acabe copiando al puñetero manchego, deviniendo igualmente somnífero diseñador de vivencias de ciencia ficción. Curiosa la presencia de la VERDÚ (que nunca me ha puesto mucho, pero a la que ví un tanto desmejoradilla) y la de Carmen MAURA, ejerciendo de Carmen MAURA, exactamente igual que en cualquier pestiño almodovarí. Vincent GALLO recabó el apoyo estético de MBO (estos con cara de malo perturbadillo suelen gustarle).


No negaré la gracia de las inserciones de filmes alemanes de los cincuenta, pero fuera de eso y de alguna intervención causante de risas de alguna secundaria cómica (cuantificación del placer, como dos minutos y medio en total) sólo me queda daros un consejo de amigo: no perdáis tiempo ni dinero en este patinazo del Maestro. La clasificación estricta sería MDC: mala-de-cojones.

28 mayo, 2009

Acabando un mayo incómodo.

Grande la incomodidad de los últimos tiempos.

UPMM (recuérdese: Unidad Progenie Masculina Mayor) ha recibido -simultáneamente a la victoria del Barça en no sé que absurdos eventos balompédicos- sus calificaciones de fin de 2º de Bachillerato (para los de mi generación, COU), habiendo obtenido un bacarrá notable: se lo han picado EN TODO (salvo en francés y inglés, y esto último me hace alegrarme por él, porque si también se lo calzan en dicha disciplina, procedo a su castración sin anestesia) lo cual implica que repite curso.

Laboralmente sigo dirigiendo el circo de cinco pistas, si bien con funciones simultáneas de domador de leones, funambulista y a veces hasta de payaso (con escasa gracia).

Como contrapartida a tanta desazón, tengo cierta vida socialite divertida: véase anteayer la presentación de la Marca Zaragotham, festejo y postfestejo en que MBO y yo nos lo pasamos bastante bien con Javier, el batería de Los MODOS, y con grandes risas también con nuestros amigos Luis, Elisa y Eugenia, ésta última fotógrafo de revistas de papel couché, con quienes creo que coincidiré esta noche en evento análogo. También, ayer, en la presentación del último libro de Andrés TRAPIELLO en Los Portadores..., en que hubo oportunidad de saludar al joven Maestro Daniel GASCÓN, un tipo cuya constancia y nivel me pasma (y así se le hizo saber). El libro de TRAPIELLO será oportunamente comentado en esta sede, que a nadie le quepa duda (de momento está en manos de MBO, y claro...).

Al hilo de esto, señalaré que enjugo también el dolor animi leyendo cuanto puedo; eso sí, cosas de virulencia variable para quitarme la mala hostia con que llego a casa cada noche. No lecturas maratonianas, he de reconocer: caigo sobre el lecho descuajeringado, a pesar de la belleza de los anocheceres pirotécnicos que disfrutamos como lienzo en el ventanal de nustro dormitorio, y apenas me da para cinco o seis paginillas. Y, entre que me derrumbo, libro en cara, anoto mentalmente que algo deberá ser comentado en 'Vladivostok', que, qué caramba, debe sobrevivir, aunque sólo sea para que la joven Maine no me tilde de dejao, y no menos, por soportar adecuadamente los embates del adusto-y-poco-grácil féisbuc. Qué poco me gusta ese cyberapero, recoños.


Lo primero que debo traer hoy aquí es El hombre del traje gris, de Sloan WILSON, una obra a la que he llegado de puritita rebotadera como contaré seguidamente. La cosa suena un poco al 'maldito hombre del abrigo gris', a que se referían Los Nikis, si no fuese porque la novela no trata de un traficante de drogas pedófilo si no, más bien, de un puritito middle-class hero.

En fin, hablar de una novela escrita en 1955 a la altura de 2009 tiene su cierto sentido si operamos sobre la base de un análisis de inversos, de 1/x. Todo expectativas frente a todo crisis y decadencia y blablablá. Pero bueno, como decía, ha llegado a mis manos por pura casualidad: leía el otro día el Diccionario del Dandi de Giuseppe SCARAFFIA; me asaltó una duda en materia de corbatas, me fuí a buscar la solución a cierto Manual del Perfecto Caballero que hace muchos años (¡veinte, qué joder!) me regaló cierta joven, y ahí saltó una cita de WILSON. Hora y media más tarde, me encontré -por supuesto, en Los Portadores de Sueños- con que su libro El hombre del traje gris, inédito en España desde mediados de los cincuenta, había sido reeditado. Curiosidades, causalidades, casualidades. La compré, claro, lo leí, y creo que deberíais hacer lo propio, por más que sea un texto que hable de otro tiempo y otro lugar, entendiendo tiempo y lugar como referentes de un Universo diferente, que nada tiene que ver con el nuestro: da lo mismo que sea NYC ,1955: podría ser el Planeta Vulcano en el año 6215 d.C. La trama tiene el encanto de evidenciar que las cosas pueden acabar bien, por ejemplo, y eso es muy infrecuente en la novelística del principio del siglo XXI. Conviene prestar cierta atención al epílogo que el propio autor clava al final del libro, como siempre adorablemente bien editado por Libros del Asteroide.

Por lo demás, la obra de John CONNOLLY es la nueva adicción de Hans en literatura de género. Cayó en mis manos, en primer lugar, Los hombres de la guadaña, recién publicada por TUSQUETS, que se ha hecho con el material del sujeto para España. Una vez inoculado el virus de la serie Detective Charlie Parker (pues tal es el protagonista de los novelas a que aquí hago mención), empecé a hacerme con el resto del material. Paradójicamente, en mi primera adquisición Bird tiene una intervención relativamente residual, y son sus dos adláteres, Louis y Angel quienes protagonizan el producto. La segunda cosa que leí fue El poder de las tinieblas. Ahora vivo en Perfil asesino. Y quedan un montoncito más con las que iré haciéndome próximamente. La advertencia para todos los lectores de Vladivostok es que en CONNOLLY hay una cantidad de brutalidad por encima de la media. No se espere elegante novela policiaca de reflexión intelectual: aquí lo que hay es un conocimiento aproffondi del boquete que dejará -un poner- el disparo de un revólver Model S&W 500 en el lateral izquierdo del cráneo de una anciana de 67 años, por ejemplo. Es notorio lo mucho que sabe de chatarra homicida el autor irlandés, a fé mía. Como también de entomología, por qué no decirlo, a la vista de la citada Perfil asesino, hasta un punto ligeramente denteroso, he de reconocer. Pero que estos árboles no nos impidan ver el bosque: el amigo es un excelente diseñador de tramas, y, aunque el orden en que estoy leyendo lo suyo no es el correcto (aparentemente, debería haber leido antes Todo lo que muere, pero no he podido hacerme con ella todavía) ya sé qué es lo que mueve al Detective Parker cuando la cosa se pone jodida. Y, qué deciros, me gusta el modo en que CONNOLLY se asoma al lado oscuro.


De lados oscuros puede ir la cosa también cuando me asomo a Wernher von Braun, Entre el águila y la esvástica. Un libro muy interesante debido a un ingeniero aeronáutico (¡alucinad! ¡ni una formulita ni una ecuación en todo el tomo!), Javier CASADO. No creo que haga falta presentar al biografiado , el tipo que diseñó las V2, el tipo que se inventó los lanzadores de las misiones Apolo. Un tipo que entró en las grandes ligas con apenas veinte años, que a los treinta había creado los ya citados cohetes, y que consiguió con treinta y tres que los yankis montasen un cisco bastante mediano para llevárselo -junto con casi todo su equipo, ojo- a los USA, tan grande era su prestigio intelectual. Un sensacional creador de equipos, un puritito líder, que sufrió naturalmente la obvia persecución por criptonazi a lo largo de toda su vida. Los datos que pone a disposición CASADO en su texto me hacen pensar que sin justificación.

¿Fue Von Braun otro de esos alemanes que pasaron la guerra en el metro de Berlín (un saludo a Billy WILDER y a One, two, three...)? Creo que no: diría que es más exacto señalar que, en cierto modo como Leni RIEFENSTAHL, von Braun es un tipo que, jovencísimo, pudo ver su obra ejecutada a una escala que jamás podría haber imaginado, dando así alas al peor de los locos asesinos de la Historia. ¿Fueron, uno y otra, nazis? Insisto, pienso que ninguno de los dos miente cuando dice que no lo fue. Creo que cada uno en su estilo y campo fueron auténticos genios y lo hubiesen sido de todos modos en cualquier otro entorno.

Y con esta liviana reflexión procedo a dar por concluida la entrada y a vertirme hacia el fin de semana, a ver si supero los traumas de la vie-de-tous-les-jours. Recopón. Que os divirtáis. Sed buenos y no rompáis nada.

13 mayo, 2009

Antonio Vega

Como es sabido de todos ya, ayer falleció Antonio Vega.

Echando un ojo a la güé me he encontrado exactamente las obviedades previsibles. Muchas. Por supuesto, he constatado la desfachatez usual de la plana mayor gubernamental apuntandose al carro (fúnebre), y he leido algún comentario afectuoso e inteligente que comprendo bien: Álvaro, Nacho o, curioso, Nacho Cano. Cuando la Lolita Flores (el artículo es deliberadamente despreciativo) ha osado comparar al Maestro con su propio hermano he sentido una cierta náusea: lo único que tuvieron en común realmente es la heroina. Nada más. Aunque fueran amigos, nada se le pegó al segundo del primero, sin duda.

No es muy fácil explicar, a estas alturas del partido, y con tanta deformación como ha sufrido el fenómeno, qué fue la Movida para quienes, a la distancia que suponía vivir en provincias, la vivimos siquiera en parte. No me refiero a las cosas más de colorines, a los meneos de culo de Almodóvar & McNamara, ni al entonces Alcalde de Madrid jugando a tener sesenta años menos, ni a nada más -ni a nada menos- que a la Música: todas aquellas bandas, todos aquellos discos, todas aquellas canciones. Música con una mayúscula, con una capitalina marmórea.

Esa es exactamente la Música que conforma la banda sonora de mi vida. Y si tuviese que elegir de entre todos al Mejor Grupo, al mejor por sus textos, por su destreza instrumental, por sus directos, por su competencia compositora, sabría sin ningún género de dudas a cuál elegir. Por supuesto que hay muchísimas canciones de Secretos, de Mamá, de Elegantes, de Pistones, de tantos otros que son muy importantes para mí, pero sé -como sabemos todos los músicos- que de entre todos ellos, en los primeros ochenta sólo había una banda de esa talla.

Y esa banda es Nacha Pop, mi copia de cuyo primer disco (lleno de joyas -y entre ellas, Chica de Ayer-) si se coge por los bordes, configura una espiral que se desmonta hacia el suelo de tantas veces como lo hice girar. Y en Nacha había un genio estratosférico apoyado por un adlater leal y buena gente, pero que no le llegaba al tacón (entre otras cosas por su turbia afición por el funky). El genio, el tímido genio, era, evidentemente, Antonio Vega. Si alguien es capaz de componer (un poner: son mil) 'Una décima de segundo' pasa, de inmediato, de la Historia a la Leyenda.

Antonio era un cantante cuya voz tenía un color increíble: trato de ser heredero desafortunado de su estilo, que no ciertamente de su brillantez; además, era un guitarra sensacional, un virtuoso tremendo con la virtud de dibujar hermosas filigranas sonoras sin necesidad de caer en horteradas rococó de esas tan gratas, por ejemplo, a los jevis. Y qué decir de sus textos; Antonio explicó una vez hace muchos años que sus letras -sus sensacionales letras- procedían de relatos que escribía. Esa manera de quintaesenciar, de destilar textos -por otra parte muy breves- y musicarlos ha sido una inspiración para mí, salvando evidentemente las distancias. Cada vez que alguien me ha dicho: "Me gusta. Tiene un aire a Nacha Pop" después de escuchar algún tema mío que, lo sé, lo tiene, me he sentido orgullosísimo.

Por supuesto, en su momento, y en cuanto pude, fuí al Penta. Soy poco de peregrinaciones pero esa, en algún momento del final de los ochenta, era imprescindible. Y por supuesto, y de modo análogo, el hecho de que Antonio se haya ido por fín hace igualmente imprescindible que le llore en silencio y escriba esto, por cursi que resulte.

No quiero hoy dejarme llevar por la verborragia. Sería irrespetuoso. Tampoco pondré fotos. Todos tenemos memoria de cómo había sido Antonio Vega, y cómo se encontraba en los últimos tiempos. Buscad pues, por favor, un par de canciones o tres del Maestro (en la red, entre vuestros cedés, o, como yo, entre vinilos) y escuchadlas. Y comprobad, así, cómo se fundamenta la trascendencia de un músico. Como se hormigonan los cimientos de la Eternidad.

R.I.P. Antonio Vega Tallés, 1957-2009

01 mayo, 2009

Jordania


Nuestro primer -y último, asumo- taxista jordano bebe café, fuma, habla por el móvil, conduce y se caga en los muertos de todo lo que se menea en derredor, todo a la vez. Es meritorio, ciertamente. Avanzamos por la que, en una primer aproximación, es la ciudad más fea que he visto en mi vida: Ammán. En una segunda, no: TODAS las ciudades jordanas que he visto, salvo partes muy concretas de Aqaba quizás, son aún más feas.


Jordania, un pais desastroso cuya arquitectura 'moderna' (un decir) acabaría con los nervios de cualquier persona con mínimo criterio estético, la población es amable, los niños encantadores, la cerveza accesible, la comida rica, los pistachos sensacionales, y, ante y sobre todo, un pais que tiene Petra dentro. Sólo eso justifica el viaje. Luego se tiene lo de pasear por el desierto en los muy destruidos jeeps de los beduinos (ah, el encanto de los Land Cruiser Mk. 1: ¿cómo coño aguantan en manos de esos cafres?), lo de los hoteles-para-infieles cómodos, gratos y con playa privada y gimnasio equipado con máquinas pitufo-size, y la marranada esa de pringarse de lodos después de comprobar que, en efecto en el Mar Muerto se flota más y mejor, y el culo se te sale p'afuera si te pones cara abajo. Eso, como generalidades.

Siendo concretos, ya saben los amables-y-escasos (y ahora más con la decadencia de la blogosfera) lectores de Vladivostok que el Comité Central de la Asociación Provincial de Agrupaciones de Asentadores de Plantas de Jardía -y con él su Kapellmeister, que coincide que soy yo- tienen un viaje-de-trabajo (wtf?) al infinito y más allá, y este año fue Jordania, cosa muy satisfactoria dado que MBO se tenía que poner morena para la boda de MBO's-bro' (3rd) que se celebró en 2009-04-18. Soit, que nos fuimos de Semana Santa a Tierra de Infieles. Un no parar nuestra vida, señores, un no parar.

El viaje de ida, para qué negarlo, comenzó torcido, Si bien es cierto que la salida de Zaragotham se había fijado a la muy civilizada hora de las 11.30 -siendo además todo el mundo extremadamente puntual- hacia las 13.00 nuestro guía, pálido el semblante, confirmaba que nuestro cómodo vuelo de las 17.30 se suspendía, y que volaríamos... en fín, cuando tocase, o a trozos, o vía Sebastopol, Zimbabwe o Frankfurt-am-Main.

No fue tan grave: sólo salimos a las 04.45, habiendo previamente cenado en un sitio adecuado en BCN (Cal Pintxo, en concreto), y de cojón.

No aburriré con relatos pormenorizados: sospecho que el viaje tipo a Jordania se parece bastante al nuestro: llegamos a Ammán, fuimos al Monte Nebo y a la fortaleza cruzada de Kerak, al día siguiente visitamos ampliamente Petra (que, insisto, es EL lugar), nuestro siguiente día fue en el Desierto de Wadi-Rum haciendo el cafre por las dunas (si: el desierto de Lawrence de Arabia; y sí, al regreso releí fragmentos contextuantes de Los siete pilares de la sabiduría; la holganza desaforada y con cruceritos en Aqaba y alrededores nos dió para dos días más; a continuación fuimos al Mar Muerto y rematamos en Jerash, impresionantísima, imponente, hermosa, probablemente la ciudad romana en mejor estado que he visto jamás (y recuérdese que uno viene de Zaragotham), y en Ammán (interés cero). No os aburriré, insisto: las cosas señaladas merecen todas la pena, pero sobre todo Petra, Aqaba y Jerash.

Es de citar nuestro guía local, Mohammed (¿como no?), un elemento de lo más contundente: ah, qué cariño en sus palabras en relación con el Estado de Facto de Israel y los territorios palestinos invadidos por Israel, etc. Me recordó tanto otras situaciones con cierto guía croata...

En fin, queridos, que Jordania, esa soit dissant Monarquía Hachemita (trad.: dictadura teocrática) mantiene el buen orden de las calles con cantidades industriales de policia de todas clases, incluyendo tipos con uniforme mimetizado comando y M16 de la versión más reciente. Ni un robo, ni una incomodidad aparente, nada. A las casas, sin embargo, parece que les hayan dejado las melenas engominadas y sin cortar.

Hoy no hablo de libros. Tanto tiempo ha pasado que he perdido la cuenta y la referencia de cosas que debería haberos recomendado. Sólo debo decir que se va programando el cuatro bolo de la gira 'El reton-no de Los Modos'. Y que esta tarde he ido al cine a ver 'Déjame entrar' (un seis y medio sobre diez siendo generoso) del mismo modo que el fin de semana pasado disfruté con mis dos UPF's de 'La montaña embrujada' (pasable: merecerá un sietecillo).
Seguiremos informando.

23 marzo, 2009

2009, Marciana

Y bueno, eso: el tercer concierto de la gira ‘El reton-no de Los modos’ fue el mejor por sonido interior (constatación personal), exterior (constatación de nuestros ‘fanses’) y actitud (constatación de MBO y de la propia banda).

El set list fue el siguiente

1 La ventana del amor
2 Please please me
3 No sé qué hacer
4 Ojos de perdida
5 Medianoche
6 All I’ve got to do
7 Actitud
8 Chicas tontas
9 La calle del ritmo
10 The Monsters
11 Luna de verano
12 Ráfagas
13 Modos
14 Cansados de llorar
15 Nada más
16 Mil tonos del gris
17 Te perseguiré
18 Eres vulgar
19 Chica Pop
20 Espejo

Bises fueron Medianoche, Actitud y Nada más, y volví a vivir ese momento idílico de la constatación de la naturaleza pesetera (qué mal queda ‘eurera’) de los dueños de garito. Da igual: a pesar de la cutrendad implícita de regatear 30 EUR del mínimo comprometido amparándose en lo mucho que bebemos (¿?), el lugar -el Arena Rock en ZAZ, quiero decir- tiene un sonido excelente y, francamente, eso es lo único que me importa, en este sentido, en este momento de mi vida rock’n roll.

Más. Vigésimo quinto aniversario de nuestra salida del Colegio. Gran risa ver las fotos de algunos compañeros de los diecisiete. Pánico al pensar en si ‘eso me va pasando a mí; consuelo: de momento ni obesidad mórbida ni alopecia me aquejan... y como dijo mi hermosa-y-hoy-divorciada (canelo, él) amiga Ana, ‘sólo eso os hace realmente viejos’.

Otro aniversario: la Unidad familiar independiente se fundó hace, anteayer, dieciete años. Constancia quede de la celebración de los 6210 días de felicidad en cuestión.

Viejos conocidos también en la cosa de la lectura:

· Pablo TUSSET: Sakamura, Corrales y los muertos rientes, libro éste que me llevé, un poco avergonzado, de Los Portadores de Sueños, a la vez que POPism (vid infra). Es gracioso constatar que ciertos juegos jocosos de la transición pueden seguir empleándose (cierto, en clave ideológica diferente) en 2009: cfr. Fernando VIZCAÍNO CASAS. Aparte, un gusto por a escatología que me incomoda bastante. Dicho todo lo anterior, cierto es que puede hacer llover alguna risa tonta de tarde de domingo. Por supuesto, no llega ni al tacón a lo del Cruasán.

· Alicia JIMÉNEZ BARTLETT: El silencio de los claustros. A ver: esta chica mantiene sus problemas y sus proyecciones en la pobre Petra Delicado. Al fin, el anticlericalismo comecuras es algo -a pesar de las invectivas de los zapatitos’ boys y de los columnistas pesebreros del País- un tanto trasnochado. Vamos, que ya cansa. La historietita tiene un pasar, pero no más: puede esperarse tranquilamente a que salga en bolsillo. Una pena que el subinspector, que es un personaje que me cae bastante mejor que la agria Delicado, se me esté poniendo pelma-y-zen.

· Arnaldur INDRIDASON: La mujer de verde. este no es nuevo per se. Lo de los nórdicos es –cosa bien sabida- un poco jodido. A mi lo de Stigg LARSSON me ha gustado razonablemente (a MBO, por ejemplo, no, narsoluto): creo que fui el primer comprador en Zaragotham de lo de la gasolina, la segunda entrega del invento. Ahora bien, eso me llevó a engaño. Si bien MANKELL (y me refiero al Mankell-no-Wallander) me hacía entrever un mundo gris de envejecimientos cardiópatas, obesos, severamente crónico en cualquiera de sus patologías, este tipo, el tal INDRIDASON, se pasa tres pueblos: el único destino sensato en Islandia, a la vista de la descripción que de su sociedad –y Realidad, en general- vierte el sujeto en su novela es un suicidio razonablemente dulce, y ya.

Aparte de todo eso, textos de filosofía (what the fuck?) mod, donde se nos menciona con afecto dispar: el último, el muy notable Ahora! No mañana, un estudio de los tiempos exactos en que Los Modos nacieron, escrito por un tipo de mi edad (+/-) con sentido común y muy buen gusto. Un diez para Pablo MARTÍNEZ VAQUERO, un crítico con suficiente capacidad autocrítica que, además, ha analizado el momento perfecto, la superposición de los tiempos de la nueva ola y el renacer mod, constatando la grata (para todos, salvo para los superpuristas) mixtificación permanente que fue la realidad mod hacia 1985. En este renglón cabría asimismo lo de POPism, un texto memorial debido a Warhol de esos que la Scena leerá (si puede, sabe y se entera) con delectación.

¿Cómo no referirme, para concluir, a los veintitrés días de esquí y dos huesos filales rotos? ¿Cómo no referirme al estratosférico cabreo que arrastro como consecuencia de TANTA adolescencia? Joder, que nosotros NO éramos tan, tan cabrones (proclamo).

25 febrero, 2009

El reton-no (3)

Hay veces en que pienso que el reton-no de Los Modos (y, en menor medida, la temporada de esquí) se está llevando por delante 'Noticias desde Vladivostok'.

No es exacto. Mucha más culpa tiene la situación ésa de que, ahora, no es bon ton hablar. Tiene su gracia: el indeseable inútil que nos gobierna mintió deliberadamente acerca de ella para sacar adelante su segundo (y no menos nefasto) mandato y, una vez que ya es imposible orillarla, se generaliza la sensación de que ya vale de hablar de ella. En fin, sólo diré que sólo estamos al principio del principio, a pesar de que la crisis (huy, lo que he dicho!) no tiene existencia por expresa renuncia a verbalizarla de todos nosotros.


Todos dicen que a los Kappelmeisteren de Asociaciones Provinciales de Asentadores de plantas de Jardín nos dan mucho trabajo este tipo de situaciones. De mierda, añadiría yo: mucho trabajo de mierda.


Supongo que es eso lo que hace tan imprescindibles los güikens, ninguno de los cuales, desde Navidad, he pasado en Zaragotham (salvo el del concierto de finales de enero). Diecisiete jornadas esquiatorias y un brazo filial fracturado es el balance del periodo. La mencionada rotura se debe al hecho de que UPFM esquía realmente muy bien, pero con la osadía e inconsciencia de los quince años, sin darse cuenta de que una no puede ir siempre enchufada, máxime cuando la nieve no es la adecuada, puesto que en tal caso, y si una se lleva por delante a un señor de unos 120 kilos de peso, lo más probable es que se rompa algo. Pobre UPFM, se ha jugado la mejor temporada de que tengo memoria al romperse cúbito Y radio.


En fin, y cada domingo por la tarde, ensayo (por razones reseñadas infra).


El poco tiempo restante se distribuye en un rechazo ya directamente radical de la televisión y en segundos arrancados, minutos perdidos y horas -tan apenas- de lectura ansiosa de tantas y tantas cosas: entre otras mil, Rompepistas, de Kiko AMAT, -una novela parcialmente generacional que describe bastante atinadamente cosas que me pillan un poco lejos pero que está bien-; Mate Jaque, de Javier PASTOR, -una curiosidad que cogí de Los Portadores de Sueños seducido porque una amiga, escritora de altísimo nivel, me dijo que la voz narrativa del autor le recordaba a la mía- y, sobre y ante todo, la im-pres-cin-dible Lo que arraiga en el hueso, de Robertson DAVIES, un escritor canadiense al que, como ya dije en su momento, desconocía en términos absolutos y que es de lo más brillante; esta quinta obra (es decir, la quinta que he leído) es a mi juicio el culmen del invento y he gozado con ella como hacía días que no me pasaba: recomendabilísima para fundamentar debates sobre Arte. Bravo triple por los Libros del Asteroide, compañía que a su gusto excelente en la selección de obra añade un cuidado exquisito en la edición.


Iba a mencionar lateralmente el asunto de féisbuc, pero ya estamos todos saturados de las reflexiones al respecto, creo yo. Como es obvio, sigo prefiriendo el blog como vehículo: la verborragia lo exige, y la inmediatez feisbuquera tiene como contrapartida la enojosa sinteticidad forzada. Si, tengo un féisbuc. No, no acaba de convencerme. No, no es culpable de las telarañas de 'Vladivostok'. De esas es culpable, sobre todo, la reiteración del día tras día tras día tras día, que se me lleva por delante, que me hace perder notas que nacen casi para extraviarse. MBO ha hallado, empero, en FB una herramienta de cybersocialización muy de su gusto: se puede perpetrar desde la Blackberry en tiempos perdidos, exige poco tiempo seguido y permite seguir conectada globalmente con familia & amigos del Mundo Real (tm) con gran comodidad. Para MBO es perfecto.


Y bueno, Los Modos. Ya se anticipaba en la entrada anterior lo del concierto del 24 de enero en el Cavern. Otros deberan opinar -aunque dada la pérdida de lectores de Vladivostok forzada por la ausencia del anfitrión no tengo muy claro que vaya a haber quien hable al respecto- pero yo debo decir que me lo pasé bastante bien, aunque el sonido no fue todo lo bueno que yo esperaba.







Llevé al set tanto la Gibson como la Rick. Sólo utilicé la Les Paul que sonó bien, realmente bien, y comprobé que no se puede simultanear su uso con el de la Rickenbacker. Dudo que a mis escasos-pero-brillantísimos lectores habituales le interese demasiado este ex cursus tecnicoide, pero bueno, puede ser interesante para eventuales visitantes ajenos. Resulta que la potencia de salida de las toasters de la Rickenbacker 1997 no es ni la mitad que la de las humbuckers de la Gibson Les Paul Classic. Ello obliga a forzar mucho el ampli cuando se emplea aquélla y bajarlo cuando se emplea ésta, lo que es un inconveniente, pues el ajuste de los niveles de mesa (y por tanto de sonido exterior, el que escucha el público) se hace sobre la base de un volumen del amplificador. Esto es así, al menos en el mundo del Pub-Rock. Cuando además se está tocando con un ampli de válvulas más bien pequeño, de 20w., la cosa empeora.

En fin: creo que he dado con la solución en Arde Madrid -tienda que me enseñó el Gran Escriña, el líder de los Insanity Wave-, que es ésta.



Espero no equivocarme porque el próximo concierto se hará con sólo la Rickenbacker. Osadía sin límites la de Hans. Esperemos que la pasión por la estética -no debe olvidarse que es la guitarra más bonita del mundo- no malbarate el show.


Por cierto, creo que no os había dicho que ese próximo concierto será el


Viernes 2009-02-27, 22.00 horas, ARENA ROCK (Plaza de Utrillas, s/n, Zaragotham).

Los Modos en directo.


Entrada gratuíta.


Hemos retocado el repertorio, que incluye ahora una versión power del gran Nada más de José María GRANADOS.


Quedáis, pues, informados todos, queridos, y me encantará veros por ahí.

19 enero, 2009

Segundo concierto de la Gira 'El Regreso'!

Otra vez con tiempos interentráticos inadmisibles. Qué se le va a hacer. Estoy absolutamente saturado de trabajo (y hoy, encima, con dolor de muelas, afortundamente en proceso de remisión). Mi escaso tiempo libre se dedica a la lectura compulsiva (nota mental, comentar las últimas novedades en una entrada que no tarde más de un mes en ser publicada) y cada fin de semana nos vamos a esquiar (algo bueno había de tener este frio pelón: la de 2008-2009 está siendo la cojo-temporada: ocho días, ocho, hasta el día de hoy de esquí de primera clase en Cerler), regresando el domingo pronto, de modo que puedo rematar ensayando con el grupo, lo que nos lleva al asunto de esta microentrada informativa de circunstancias:




LOS MODOS live Zaragotham el próximo 24 de enero de 2009, a las 00.15, en el Cavern-Prior. Entrada libre.

Será un placer veros otra vez a quienes acudísteis al concierto de la Zeta el 1º de noviembre de 2008, y un placer aún mayor conocer a quienes todavía no nos conocen. Tocaremos con nuestro nuevo bajista transilvano, Christian, una sensacional adquisición para la banda. Hemos incorporado alguna cosa nueva (entre otras cosas, en concreto, Mil tonos del gris, un tema que me ha costado madurar y redondear, pero que ha quedado realmente bien para mi gusto).


Quienes no podáis estar este sábado, debéis saber que el viernes, 27 de febrero de 2009 haremos un tercer concierto en el Arena Rock de Zaragotham.



Como noticias adicionales relativas a Los Modos, debe reseñarse también que no hemos resultado clasificados en el Muévete en Directo, un concurso de grupos que se celebra anualmente en Zaragotham, cosa que no nos altera lo más mínimo: se trata de seguir trabajando: la próxima vez saldrá mejor.



P.S.: Ahora que lo pienso yo, que soy un desastre, no he escrito nada acerca de las navidades, no os he felicitado el nuevo año, no he hablado de la última pinícula de Bond, ese film 'no-Bond' que tanto motiva a las Damas (la mejor crítica: ésta), ni de mi nueva i-pod touch (regalo de Los Reyes Magos). Ufs. Perezón.



Tampoco he hablado de lo de Gaza (al menos, no aquí). Ni del subnormal profundo de Solbes, opinando ayer en prensa, ni de los de la Memoria Histórica (¿?). Creo que ya no lo haré. Entre otras cosas, porque este año una de mis new's years resolutions es poner coto a la iracundia. Besos y abrazos.