27 diciembre, 2007

Train day



Otra jornada RENFE en mi vida. He pasado apenas cuatro días en el Sur. Mis frustradas vacaciones se han refrustrado como consecuencia de la decisión de que se reúna el Gran Cónclave de la Asociación Provincial de Asentadores de Plantas de Jardín... el día veintiocho, viernes. El Kapellmaister no puede faltar. El Kapellmaister ha sido, por ello, fulminado por el olímpico desprecio de la bella MBO. Regreso solo al hogar.


Las jornadas RENFE implican alimentación de jornada RENFE, claro. En los primeros tiempos del AVE se comía hasta casi bien; tenían una cierta variedad de vinos, además, todo muy representativo de la diversidad vitivinícola de la Patria. Sin embargo, la calidad de lo servido por la compañía de catering ha periclitado al mismo ritmo que el oropel del material rodante; y si, al fin y al cabo, los AVEs tiene quince años de traca constante -y ha de lucírseles ese pelo- no entiendo por qué, si en tiempos se comía razonablemente, ahora la cosa se ha puesto a niveles tan aeronáuticos, paradójicamente tan bajos.


Siempre he pensado que en la aviación comercial de la era pre-LoCost al cliente le eran dados caramelos, prensa, alimento (nefasto), o bebida (mucha) para distraerlo, con la sola finalidad de evitar que tal cliente, caso de tener pánico volador, montase un pollo Melendi-style. Las LoCost se han cargado entre otras cosas esa cortesía (cortesía pagada a precio de osmio, claro), y sospecho que, como consecuencia, los fabricantes de aeropienso han tenido que encontrar nuevos nichos de mercado (esto me ha quedado muy ECC, lo sé). Bref, que nos han jodido a los que comíamos casi bien en el AVE, y nos han dejado con un Viñas de Vero del año imbebible, un blanco de Rueda completamente desconocido entre malucho y malo, un CVNE vinagretoso y un rosado que me da igual cuál sea; es simple, un caballero jamás bebe rosado.


Lectura del viaje de ida: El sol de los Scorta de Laurent GAUDÉ. Descubrimiento de MBO que merece aplauso por ello. Creo que del mismo autor recién se ha publicado en las Españas Eldorado, que, diría yo, caerá a no mucho tardar. A lo que iba, ígnoto -para mí- autor muy, muy laureado (BuchKlappeKultur) en la Galia. De lo mejor que he leido este año; con su dosis de amargura, tiene otra de sol y de tierra reseca -tan monegrina- que me complica mucho cuando pienso que este tipo es francés. Tiene, al menos, cinco pasajes [páginas 146: definición exacta del aceite; 150, la dicha; 153-154, la trascendencia; 177, brindis de boda; y 228, un hombre de Iglesia, en la segunda edición, octubre 2006, de Salamandra] que sin contener verdades nuevas las tratan con una destreza imponente. Esas seis páginas, sólo, harían que mereciese la pena leerlo. Todo el resto -una saga entretejida de verdades enterradas, y dos dentrellas muy profundamente- no está por debajo.




Son las tres menos cuarto de la tarde. No tardaré mucho en llegar a Zaragotham. En el regreso he ido leyendo a ratos perdidos entre mil llamadas al móvil Ronda nocturna, de Sarah WATERS. De momento no acabo de verla, pero estamos 135/573. Ya contaré. Como debería hablaros de un libro que debería ser lectura obligatoria en la ESO ésa, y más en general de cualquer persona de bien, sobre todo en estos tiempos de zozobra conceptual y miseria intelectual: El Mundo de ayer. Memorias de un europeo, de Stefan ZWEIG. Mucha amargura de aquel que todo fue y que al fin de sus días, desposeido hasta de su Patria, reflexiona sobre apenas cuarenta años de la Historia de Europa. Sensacional. He de decir que luego he leido Carta de una desconocida y me ha parecido algo perfectamente sobrepasado, pastelosillo, de escaso interés. Supongo que en su momento sería otra cosa. Su tiempo, ciertamente, ha pasado.


En fin, pensaba que debería hablar de tantos otros libros que llevo o he llevado entre manos, pero había olvidado lo mucho que me incomoda la sensación de escribir con bolígrafo (un bolígrafo urgente que diría cualquier poetastro pesado; un puto bic de la mesilla, sería más exacto, cogido para anotar cosas en -eso sí- un cuaderno hermoso. Y sigo sin hablar de lo último de A. P.-R. y las cosas de los bicentenarios.


Ah, ¡por cierto! Qué grande es Mr. Sarkozy. Casi tanto como Mlle. Bruni. Qué bonito es el amor. Y a él, pase lo que pase, que le quiten lo bailao. Ea.






Y es que hay pómulos que lo justifican casi todo. No creo que sean menester muchas más explicaciones, n'est-pas?

24 diciembre, 2007

Está bien: otro año más renunciaré -parcialmente- a mi navitofobia para desearos a todos...





... FELIZ NAVIDAD
y próspero año 2008: un año par, electivo y Expo-sitivo (Zaragothamanamente hablando)!.

(y Gracias a Tamaruca por la imagen:-D )

08 diciembre, 2007

Asustamiento palomicial

Largos tiempos sin escribir nada en Vladivostok. Para llegar a colgar algo aquí, anoto cosas en mis hermosos cuadernos de apuntar, a veces con tinta verde, a veces con lápices del dos comprados en la Bodleian. Sobrecarga de trabajo, falta de inspiración, presión de la niebla y somnolencia general, combinado todo ello, a mitad del periodo que ha mediado entre el doce de noviembre y hoy con un gripazo importante que me tuvo en la cama dos días. También ha habido un periodo de vacaciones que debería haber comenzado el pasado viernes (no, ayer no: el anterior) y concluir pasado mañana, pero, naturalmente, se fue a hacer gárgaras gracias a cierto haz de contratos de imprescindible firma... ayer viernes. A mitad de puente. Luego la gente se extraña de que los negocios en España van como van. Por cierto, vayan Vdes. agarrándose los machos, que vienen tiempos de fuertes curvas con el peor de los incompetentes de la Historia de España al volante, con un Presupuesto expansionista en momentos de crisis brutal (1992 va a parecer Heidi comparado con la que se viene encima), habiéndose pateado el superávit presupuestario en cuatro años de incompetencia y con el remate, en cuestión de Gasto Público de un buen montón de renuncias pronazi-onanistas (un saludo a los gallegos y a Maleni Álvarez: la evitación de que le aplicasen la Ley de Lynch ha costado otro puñadito de millones) y promesas electoralistas. Qué miedo.

En fin, no quiero hablar de Política: odio aburrir y está todo ya tan dicho, tan visto, y tan sabido (salvo por los cenutrios cuya permanente justificación de zetapé es, exclusivamente, que Ánsar era un facha, etecé). Por ello me abstendré de hacer comentarios a los que colgásteis (muchas gracias a todos) en mi anterior entrada. Eso sí, muchos más aplausos, esta vez al Glorioso, Valeroso Pueblo Venezolano que no ha cedido a las coacciones del dictador. Recordad todos que también a Hitler le votaron mucho. Ahora a ver si le pegan un par de revolcones más y le echan al mar de una Santa vez.

Ésta podría ser una de esas entradas cuya justificación básica es que no pase un mes sin escribir aquí, aunque la verdad es que no sólo es eso. Noviembre y el principio de diciembre han registrado para Hans algunas lecturas recomendables, y otras que no tanto; algún concierto interesante, alguna película que los lectores de Vladivostok no deberían dejar de ver, algún fin de semana perdido en MAD que MBO y yo gozamos sobre la base de un programa perfectamente caótico que, no obstante, dió lugar a gran disfrute de esa ciudad cojonuda en que vivís tantos de vosotros.

Por recordar lo más reciente (ayer, en concreto), La Brújula Dorada. Hay que verla. Nicole Kidman tan-ella-misma, una estética general impecable, diversión y acción. No acabo de ver a Daniel Craig, al que le tengo cierta manía por lo del último Bond (inadmisible), aunque sé que entre las señoras tiene mucho predicamento. Comprendo que el argumento no es muy sostenible, pues la muy hermosa Eva Green sale también en ambos flins y no la tengo acribillada por ello. Y es que un musculitos, por mucho que ponga a las señoras, no puede ser Bond. Bond es un caballero, no un matón de gimnasio que mata a hostias contra un inodoro a un tipo, coño.

La película (y las previsibles secuelas que vendrán) se basan en la trilogía La materia oscura, debida a un tal Philip PULLMAN, cuyos libros se llaman Luces del norte, La daga y El catalejo lacado. Yo no lo sabía, naturalmente, pero los tres libros estaban en los estantes de UPMM -quien los tenía muy bien ponderados- y han sido rápidamente rapiñados para su lectura urgente. MBO ha sido más rápida que yo en esta ocasión, he de reconocerlo. Por cierto, que UPMM demostró ser hijo de quien es cuando, al día siguiente de la reciente Prom party de su colegio, aparecieron en el correo electrónico unas fotos suyas al lado de un par de guapas jovencitas (una de ellas absolutamente Cho de Harry Potter). Hablé con él: "Espero, UPMM, que te comportases como un caballero". Contestó: "Sí, papá: no me quité la chaqueta del smoking en toda la noche". Hans derramó una lágrima de alegría, para qué vamos a ocultarlo.


Tuvimos el diecisiete de noviembre un buen concierto de Los Escarabajos, una banda de Sevilla que se dedica a hacer versiones de los Beatles, como mis buenos amigos los Green Apples. En esta ocasión hacían una integral basada en el elepé Help (1965), un disco por el que siento auténtica pasión, y que contiene varias joyas de mucho kilate y una canción pequeñita pero que me encanta: I've just seen a face. Por lo demás, la noche del veintitrés tuve la ocasión de acompañar a los Apples tocando Please, please me sobre un escenario que era una especie de puente inesperado entre las dos personalidades perfectamente diferenciadas de Hans: Hans Kapellmeisteren de la Corporación Provincial de Asentadores de Plantas de Jardín /Hans músico de rock'n roll, con ocasión de cierta Convención anual.

La ronda de libros de esta entrega es de lo más heterogénea: el siempre admirable Julio CAMBA con sus Aventuras de una peseta, una de esas recopilaciones de gloriosos artículos de entreguerras del hombre que vivió los últimos trece años de su vida en la habitación 383 del Palace. CAMBA es un puro genio, como ya tengo dicho por aquí, tanto por lo que escribió (ha habido TANTOS grandes periodistas en España que resulta sorprendente ver lo escaso que es leer a alguien digno en un periódico hoy en día) como en su manera -obesa, por ser sintéticos- de ver la vida. Estos textos me recuerdan algo a Enugenio Xammar, por cierto. Para todos aquellos que quieran disfrutar de una manera de escribir que no volverá, o para quienes quieran ver qué se pensaba de los alemanes o de los ingleses en la España de los años veinte (por ejemplo), imprescindible.

Al tirón de un comentario aquí me puse a buscar Cosas por las que discutimos mi chica y yo, de Mil MILLINGTON, por sobre la que se puede pasar sin demasiado comentario (a pesar de que me costó que me la consiguiesen... y es que claro, fue publicada hace tres años y eso en estos tiempos editoriales es como si fuesen tres eones). Resulta gracioso ver que la literatura jocosa (todo un género, en la Pérfida Albión) británica de los últimos, pongamos, quince años, está cortada toda ella -salvo quizá LODGE cuando está inspirado- por el mismo patrón. Han desprovisto de su cafrez al gran SHARPE y a ese esquema le han añadido, casi invariablemente, la esencia de la cosa Bridget Jones. Y a partir de ahí. En fin, lo de "Cosas..." es perfectamente prescindible.

No tan prescindible, aunque no sea para echar muchos cohetes, Mathias ENARD, Manual del perfecto terrorista. Una buena amiga me contó hace no mucho, en un almuerzo repentino, inopinado y francamente formidable que, a su vez, él era buen amigo, buen chaval, buen escritor, un tipo listo. Esto no está mal, pero le espero en la siguiente esquina, que aquí no ha rematado.

No es eso por contra lo que le pasa a En nombre del cerdo, de Pablo TUSSET. El autor de lo del Cruasán -que será un lugar común novelístico para esta generación como lo fue el Gurb en su momento- ha demostrado dos cosas: que es capaz de hacer una excelente novela policíaca 'en serio', con una definición de personajes sensacional, y que sigue sin saber hacer finales. Lo que sucede es que dada la ramplonería general de la novelistica patria en los últimos tiempos, que uno sepa escribir una novela, o sea, Novela conforme Dios manda (al menos en un 98%) es un valor. A pesar de que cague el 2% restante con un final un tanto zaborrero. Ésta la recomiendo vivamente. Entretiene con buenas maneras. Gran novela para el disfrute vacacional navideño.

Para frikis como el que suscribe, dos cosas procedentes de la misma editorial, La Rota, que además tiene criterio estético a la hora de hacer libros; una, La capital de las ruinas de Samuel BECKETT. La otra, que es en realidad de la que quería hablar, Play Strindberg, de Friedrich DÜRRENMATT. No creo que haga falta hablar demasiado de BECKETT, pero DÜRRENMATT es ya otro asunto. De entrada, es suizo, que es algo que yo creo que imprime carácter. La visión más exacta de ese pais, la más real, es la de Mafalda. La Confederación Helvética es un lugar que da un poco de miedo: en rigor, quienes dan un poco de miedo son los suizos. En fin, a lo que iba: el amigo FD tiene una novela sensacional, Justicia, publicada en 1985, que debería leer toda persona de bien, al menos para fundamentar su imagen de Suiza con bases sólidas. Eso me llevó a enganchar el otro día la obra de teatro ésta, Play Strindberg, que tiene su aquél... en tanto teatro contemporáneo. Suficientemente extraña, me gustaría verla en escena, y no sería tan difícil, a pesar de que el fondo torturado de la cosa (de la obra y de la Danza de los Boyardos) me hace pensar que no la sugeriré como obra para representar como función colegial a mis hijas.

Andrea CAMILLERI tiene cosa nueva también, Las ovejas y el pastor, que a mí me ha gustado dentro de un orden (del orden en que se aprecia a un relator histórico canónicamente impecable) y que a MBO le aburrió soberanamente. CAMILLERI es, por lo que he podido saber, una de las bestias negras de Fedeguico, por aquello de que es bastante rojo. No se sí por la aversión federicí o por su rojez, pero estoy dispuesto a leerme todo lo que caiga en mis manos: es un fantástico escritor, qué coño, aunque hable de monjas autoinmoladas para salvar la vida de un Obispo víctima de un atentado. CAMILLERI procede entomológicamente a describir hechos y conclusiones (suyas) y, curiosamente, me recuerda en ese afán a JÜNGER, probablemente el tipo más antipódico en relación con él. En fin, un libro valioso a pesar de carecer de la tensión, entretenimiento, diversión y brillo de los Montalbanos.

Otro habitual de la novela policiaca que nos sirve producto no policiaco es Henning MANKELL, con su recentísima Zapatos italianos, novela que sigue la senda abierta con El cerebro de Kennedy y Profundidades, si bien, contra la tendencia a la inducción al suicidio en tonos gris marengo sembrada por entre dichas novelas, esta vez hay esperanza. Comienza con dureza, naturalmente, pero la acción se va desarrollando de manera que, al final, se constata que el protagonista (prot-agonista) puede entrever un rayo de luz. A mí me gusta como escribe MANKELL. Es un tipo razonablemente austero, que en esta ocasión juega con los tiempos de una manera muy diferente a la que utiliza en otras ocasiones, y el efecto está bien. Léanla.


La cosa policiaca canónica queda sobradamente representada hoy con la excelente última entrega del maestro Ian RANKIN, Nombrar a los muertos. En esta ocasión se mezclan unos muertos con la cosa de la antiglobalización en muy adecuado aderezo. No se priven Vdes. Es buena, como lo anterior suyo, que yo diría que ya he comentado aquí.

Y ahora quedaría hablar de Un día de cólera, de Arturo PÉREZ REVERTE... pero creo que lo vamos a dejar, que esto me está quedando demasiado largo. Como sé que a todos Vdes. se la regalarán y/o se la regalarán a alguien, de momento me abstengo. Para que se hagan una idea del mundo desconexo en el que vivo, ni me había enterado de que APR sacaba cosa nueva... aunque naturalmente, en llegando las Navidades, resultaba -casi- previsible. El Arte no debe estar reñido con la procura existencial y el negocio, qué cojones. No seré yo quien le critique por eso.

En fin, un poco de egofacto: hoy he degustado un rissotto 100% vegetal (pimientos de tres colores, setas de dos tipos, caldo de verduras) absolutamente exquisito, acompañado (y entremezclado de; no se olvide que conviene adicionar algo de blanco en los rissottos) de un Chardonnay Badischer Winzerkeller 2004 de Breisach muy rico y más aleman que las Panzerdivisionen, que ha preparado MBO junto con UPFm; por cierto, que ultimamente Hans también ha registrado el re-descubrimiento de la capacidad de UPFm para la invención terminológica (debe ser que se pega). El otro día por la calle: momento zapatazo en el suelo para asustar a una de las ratas con alas que pueblan Zaragotham gracias a la idiocia de la gente que les echa pan por todas partes. La paloma, que pasa de UPFm: ni caso. Tono lloricoso de mi hija pequeña "Oh, ha fracasado mi asustamiento palomicial...". Grande UPFm.