30 septiembre, 2005

Paternidad

Llego a casa, son las tres y media. Es viernes, pero todavía me quedan cosas que hacer. Probablemente tendré que trabajar –aparte de, por supuesto, esta tarde- también el domingo, dada la semana que se me viene encima, con un par de viajes, un puñado de reuniones y bastantes cosas gordas que aviar antes de que se me coman por los pies.
Lo cierto es que de muy buen humor, dadas las circunstancias, no acabo de estar.
Sale la unidad-progenie-femenina-menor. “Hola, papá !”. UPFm se caracteriza por ser una especie de dibujo animado; hace lo que le da la gana, se nos come por los pies a ambos, no hay Dios que la controle. Y es terca cual mula Francis. Se me cae la baba, claro. Creo que Johnson & Johnson’s no ha descubierto el nicho de mercado “baberos-para-baba-paterna-con-la-niña-de-sus-ojos”, no…

UPFm va con zapatos de tacón. Sí, zapatos de tacón, en concreto los pertenecientes a algún traje de gitana que le regalaría alguien de la familia del sur. Blancos, si (glups). “¿Y eso, UPFm?”. “Nada, papá: es más cómodo, para descansar, por casa”. Joder…
“Papá, ¿puedes ayudarme?” dice UPFm. Leo el problema de matemáticas. Datos facilitados: hay tantos niños en la clase “a”, tantas niñas en la misma clase, hay tantos niños en la clase “b”, tantas niñas en la misma clase, etc, etc. problema de sumas, en definitiva. Ahora bien: cuando se solicitan los resultados… ¿niños significa “niños” o “niños y niñas”? ¿Cómo se le explica a una niña lo de la corrección política?

Mañana la unidad-progenie-masculina-mayor cumple años. Bastantes años, snif “¿Vendrá fulanita, UPMM?” (Si: empieza ya a salir con una chica. La misma siempre, quiero decir) “Grumpfssnufrsmnsssssnó, a la fiesta sólo vienen chicos, si la invito a ella tengo que invitar a mucha más gente, quedaré con ella el próximo fin de semana” (Jó… ¿ya empezamos así?) “¿Qué ha hecho fulanita este verano, UPMM?” “Ah, no sé, creo que me dijo que se había ido a la playa” (Jó… ¿Cómo puede no haberse enterado de nada? ¿No hablan? ¿Se pegan todo el tiempo que están juntos magreándose YA???).

Unidad-progenie-femenina-mayor, mientras, se enfrenta en prudente –y sufrido, me temo- silencio su preadolescencia, hermética cual contenedor de material radiactivo, deslizándose por la casa con la suavidad de un fantasma. Cualquier día tendré que echar mano de las lectoras de este blog, si las hubiere, de edad inferior a veinte años. Cualquiera estaría más cerca de ella que yo. Lo de Marte y Venus es una especie de broma.

Leo en Bo Beep una entrada acerca del trabajo de la pareja y esas cosas, aquí. Aparte de algunos comentarios perfectamente demagógicos [uno de ellos me ha irritado mucho, como para no poner comment alguno, porque pontificar desde la barrera es fantástico: se me ocurre que es cojonudo haber estudiado una licenciatura superior con la pasta de papá para luego, con una muy medida cantidad de esfuerzo, sacarte una oposición de auxiliar administrativo en la Universidad, para seguidamente constituirte en liberado de un Sindicato –sería divertido preguntarles a sus compañeros por la solidaridad del Camarada, a la hora de trabajar en serio- hasta que consigues que un tribunal médico te dé la baja (incapacidad total) por mobbing, de manera que la Seguridad Social (todos los demás idiotas) le pague(mos) el no volver a pegar un palo al agua mientras te compras un Mac, un teclado profesional y te vas a vivir en el campo, sí] pienso que hay que ser realista. Las fantasías animadas de ayer y hoy han de quedarse para los dibujos animados. Esto es el mundo real, señores: el esfuerzo personal es algo bueno, no malo, a pesar de lo que nos quieren hacer ver algunos.

Y sin embargo, querría pasar más tiempo (mucho más) con mis hijos. Y con my Beloved-One, ya puestos, pero hoy toca hablar de los primeros. Sé que quiero para ellos, cuando menos, lo que mis padres pusieron a mi disposición (hablo en términos materiales). Quiero proporcionarles la relativa seguridad que se puede pretender en estos días, como yo la disfruté. Y sé que ello, todo ello, es función de mi (de nuestro) esfuerzo personal, importante, cabreante o agotador en ocasiones. Sé, por supuesto, y como alternativa, lo que supone que ser funcionario –sea cual fuere su nivel- en términos de esfuerzo, tiempo y de dinero.

Tal vez me equivoqué en elecciones tomadas, ciertamente, muy pronto. Es tarde para replanteárselo, y además me gusta mucho lo que hago. Espero sin embargo que las riendas de este asunto –el más importante, mis hijos- no se me vayan de las manos, que no me lleguen a echar en cara tantas noches como llegué justito para darles un beso, de tantas noches en que ni tan siquiera llegué para hacerlo. Lo cierto es que yo jamás lo he hecho con mis padres, que es de quienes aprendí qué es la responsabilidad.

1 comentario:

Xurri dijo...

Hans, de las manos los adolescentes se van por definición: forma parte del proceso de independencia, imprescindible y deseable. Malo que se quedaran a nuestra vera y no experimentaran por su cuenta y en secreto. ¿Cómo sino van a aprender a tomar decisiones y a apechugar con ellas?
Respecto a tu UPFM (me encantan estas siglas), tengo bastante más de 20 pero igual te sirve mi memoria de elefante.
Mi distancia padres-hijos en mi época de hija distante fue siempre proporcional a la necesidad de cuidados, ergo, a mayor autonomía, mayor ostracismo: k c.ñ. le importaba a mi padre lo que hacía o pensaba? si no lo iba a entender, o no le iba a gustar, o simplemente iba a dar una opinión. Y lo último que yo necesitaba entonces era una opinión, quería ir a mi bolita, sin guía, que para algo era mayor.
Eso sí, luego me metía en líos de calibre excesivo para mi suficiencia y volvía corriendo a pedir socorro y árnica. Entonces mamá hacía una tortilla de patatas y yo me acurrucaba en el sofa un ratito, pero solo si prometían no tocarme. Ya ves, qué plan.

Por extrapolación ahora pienso que eso será lo que espere de mí mi hija.
Ofrecer soporte no solicitado: NO.
Ofrecer soporte a demanda: SI.
Respecto a los tipos de soporte a proporcionar, en mi casa reina la siguiente teoría:
Principalmente emotivo.
Secundariamente físico: alojamiento a cambio de tareas domésticas.
Económico menos: sólo para cubrir los básicos (estudio, transporte público, comida). Nada de lujos o caprichos, la tierra para el que se la trabaja!
Suena fácil, pero es que yo solo tengo una y aún tiene 12 añitos. Ya te contaré cuando me desespere dentro de 5 años.
Y respecto a la indiferencia de UPMM por su supuestamente beloved one, ummmm.... preocupante, desde luego. Eso ya me desconcierta por completo (en mi casa todos somos muy sentidos y enamoradizos), pero es que desde que los hombres os vais feminizando, la verdad, no hay quien os entienda... :-)
Ah, y no hay bien tan caro, tan preciado y tan difícil de administrar como el tiempo...
(Vaya sarta de obviedades...errr...)